viernes, 17 de julio de 2015

La curva praxiteliana, la symmetria y la armonía. De la escultura griega al maniquí del siglo XXI.

Hoy en día vemos como en todos los comercios del sector textil están llenos de maniquíes, tanto femeninos como masculinos, de niños y niñas, y con un sin fin de posturas. Qué parecido tienen estos maniquíes con las esculturas griegas? En mi post de hoy resolvemos esta cuestión con una breve introducción a la escultura griega de los siglos 610-323 a.C.





Primeramente nos remontaremos al Período Arcaico, más concretamente al siglo 610 a.C donde el arcaísmo nos descubre la idea de monumentalidad con dos figuras, la masculina (Kuroi) y la femenina (Korai). Estas esculturas nacen en la isla de Nasos y beben directamente del arte egipcio, de ahí la idea de monumentalidad, puesto que estas medían, ni más ni menos, 10 metros de altura. Comienzan siendo figuras muy estáticas pero con el paso de los siglos, hasta el 500 a.C. estos Kouros experimentarán grandes avances.








Ya en el clasicismo pleno (450-430 a.C) conocemos a Policleto, el gran teórico del cuerpo humano. Este crea el canon escultórico. La belleza del cuerpo residía en la totalidad de las partes como armonía dando lugar a la symmetria. Policleto creía que la perfección residía en una proporción medida entre la relación de la cabeza y el resto del cuerpo: la altura es 7 veces la cabeza. Esta a su vez debía estar dividida en 3 segmentos iguales: boca, nariz, frente.




En el siglo IV (380-323 a.C) el arte pasa de exaltar los valores de una comunidad a exaltar los valores individuales. Es un período de guerras por lo que los filósofos y los ciudadanos se centran en sí mismos. Praxiteles fue el escultor ático más importante de este momento, el favorito de los romanos por la cantidad de veces que sus obras fueron copiadas. Sus obras se caracterizan por un estilo amable, delicado, belleza sonriente que ocupaban un lugar en las termas. Desequilibrio del cuerpo, peso a un lado, obligando a introducir un soporte. Aparece así la llamada curva praxiteliana, el cuerpo en forma de S.

Afrodita


Otro escultor fue Lisipo, el más innovador entre el clasicismo y el helenismo el cual influirá mucho en artistas futuros. Creador de una estética para la figura humana que se basaba en cabezas pequeñas, torsos prietos, piernas alargadas; una figura más esbelta. El brazo dirigido hacia el espectador rompe con el cubo espacial que había presidido a la escultura hasta ese momento.

Apoxiomeno.
Las esculturas seguirán experimentando numerosos cambios a lo largo de los siglos, en su mayoría a servicio de imperios y regímenes totalitarios como también en el ámbito religioso. Cambios que también han sufrido los maniquíes desde su aparición como meros torsos para costureras hasta los actuales de todos los colores, formas y estilos posibles con los cuales exhibir la ropa en los interiores de los comercios y en los escaparates. Lo que podemos ver en común en todos ellos es lo que los artistas griegos aplicaban en sus esculturas clásicas. Desde la curva praxiteliana, la S que recorre el cuerpo hasta las proporciones. Maniquíes con un rostro realista que representa a un individuo o los que no tienen rostro, o que directamente carecen de cabeza, representando una colectividad una sociedad, la forma de sentirnos representados y llegar a nosotros como consumidor.





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